El equipo dirigido ahora por Rojas y Bravo no brillo. Cayó por 0-1 y cortó su racha de ocho partidos sin perder. Rojas recibió un gol luego de 355 minutos con el arco invicto.
Tenía todo servido en la mesa. La caída del puntero Octubre y el empate de su perseguidor Maino, llamaban a la ilusión de un equipo Semillero que salía a la cancha con los resultados puestos y sabiendo que un triunfo lo depositaba en la cima. Con Gatito Bustos por la Barba Zanni, Bombita Rossi por Aguja Gigena y la reaparición del pulpo Herrera, Semillería saltaba a la cancha para hacerle frente a un rival que siempre lo complicó.
Esta claro que esta vez no fue la excepción. Nantes penúltimo y con apenas seis unidades acumuladas en el torneo, presento una improvisada formación que se las ingenió para quitarle la ilusión a la numerosa hinchada semillera, que auguraba un cierre de jornada con su equipo en lo más alto del torneo.
Los primero minutos del encuentro fueron un oráculo de lo que podía suceder en el partido. Imprecisiones y pelotazos reinaban en el rectángulo. Barrionuevo no fue el mismo, y por ahí un poco pasaba la manija. El espacio era reducido y los toques cortos y precisos que venían distinguiendo a los del palomar, brillaban por su ausencia. La sociedad del tridente mágico Herrera – Barrionuevo – Rueda no encontraban química, el espacio era chico, y se fallaba en el ultimo toque para que Gerez o Bustos lastimen al arco rival.
La primera chance llegaría a través de Galván, el central durmió a todos con un sorpresivo tiro libre de 40 metros que tenia destino de red, pero el arquero corrigió a tiempo la fallida salida y tapo la pelota cuando esta entraba de emboquillada al arco y luego Gerez no pudo sacar provecho del rebote entregado por el uno rival. Así se daba el partido.
Los rojos intentan por todos los medios generar jugadas de riesgo con las constantes proyecciones de Juárez y Maurito Herrera, quienes trataban de subir por los carriles pero los espacios generaban que el cuchillo tenga doble filo, ¿Por qué? A la busca de la ofensiva, semillería regalaba espacios que el rival sacaba fruto con los pelotazos que salían vía defensiva. Así tuvo la primera Nantes, de los pies del ex semillero “el peti”, que giró de espaldas a la defensa y en milésimas de segundo saco el remate que se que se colaba al ángulo izquierdo del guardavalla Rojas, y que el segundo ganó el duelo con una espectacular tapada.
En el complemento Nantes metió dos cambios fundamentales que cambiaron el rumbo del partido. A la cancha entraba “Charata” (no se rían, así le dicen) con la nueve, y cada pelota de ataque de Nantes pasaban por sus pies. Con ello llegó el desnivel, a los 10’ST una jugada confusa por derecha derivo en un busca pie, que el volante rival solo la tuvo que empujar luego de que Rojas tapara en el primer intento. Con la ventaja, DFT desequilibraba con sus dos wines asomando peligro de contra, pero el uno siempre se mostró seguro junto a Galván, Juárez y los Herrera, desactivaban cualquier intento del visitante.
Bravo movía la banca con la intención de torcer la historia, a la cancha a Gigena por Rossi que no convenció, Zanni por Bustos y la reaparición del crack semillero Mati Mansilla (que volvía luego de un mes). Así la gloriosa lograba lubricar un poco mas de juego del medio para adelante, y la posterior entrada de Calatayu por M. Herrera, le daban al equipo un cambio oxigeno, que así y con mucho amor propio iban en busca del empate, porque el buen fútbol seguía siendo asignatura pendiente para los del palomar.
Para los últimos ocho minutos Bravo tiró toda la carne al asador, incluyendo a Vittar como delantero (por un extenuado Barrionuevo), y a punto estuvo de salirle bien. A tres minutos para el final, el mismo Vittar lo dejo solo al goleador de cara con el uno rival, pero Gerez no estuvo fino y la deposito en la cancha 1. El juez Víctor Hugo adiciono tres más pero poco pudo hacer la gloriosa para llegar a la igualdad. Final del partido y caída semillera por 0-1.
Síntesis del partido:
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